Satori, 2018

Apelando a la construcción mnemónica de la fotografía, el proyecto Satori se comprende como un diario autobiográfico, una colección de sensaciones y texturas, que radican en el subconsciente colectivo.
Satori es un ejercicio de comprensión del entorno, y de investigación de la dimensión temporal del mismo.
“El objeto más antiguo de mi habitación tiene como mucho dos años.
Son parte de mi presente (reciente). Todos ellos tienen un propósito en el ahora.
Mi recuerdo más antiguo de este lugar tiene como mucho tres meses.
No tengo ninguna referencia ni condicionante que pueda explicar su significado.
Mi relación más cercana se ha consolidado a penas hace un par de semanas, cuando un primer atisbo de confianza surgió entre nosotros”

Fotografía instantánea, Love is in the air, Manchester, 2018

La única responsabilidad a la hora de tomar una fotografía, es la de estar ahí, en el momento presente, y seleccionar (encuadrar) un pedazo de realidad, comprendiendo que, el fuera de campo, es también parte de la imagen.

“Relájate, está en todo y por todas partes. Lo encontrarás y te encontrará a ti, solo empieza, de algún modo, pero: empieza” Dice Paul Graham en su texto ‘La fotografía es fácil, la fotografía es difícil’.

Satori debe su nombre a un termino japonés que significa algo así como ese momento en el que se descubre que solo existe el momento presente. En ese momento, la mirada cambia.

Porque las imágenes muestran siempre un ‘presente en fuga’. Muestran el ahora desde el pasado, como nos explica Deleuze en su reflexión sobre la Imagen Cristal.

La objetualidad de la imagen, el hecho de convertirla en objeto, dota a la misma de una piel en la que habitar el presente. Al ser objeto, la imagen se mira de nuevo, en cada momento y no tanto reflexiona sobre un hecho pasado, sino que muestra en el presente en el que la sostenemos (pasamos las páginas del libro), esa realidad de ‘ser’ (en el) instante.

Esta obra desplegable se contiene dentro de dos cajas idénticas itinerantes, en la que el flujo del presente, se ha objetualizado en libros, anotaciones, mapas. De un cierto modo, como lo hizo Duchamp con la‘Boîte Verte’ de Marcel Duchamp o Broodthaers con el Museo de las Águilas.

Compactas, nómadas, autogestionadas y seriadas, se desplegarán en algún momento en algún lado, como dos extremos de un comunicador.