Lo real es un repertorio, 2018

Cuando el barón Haussmann convirtió las estrechas callejuelas peatonales de París en anchos bulevares repletos de coches de caballos que transitaban a velocidades que entonces les parecieron vertiginosas, Baudelaire vio claro que el heroísmo de la vida moderna tenía más que ver con cruzar la calle que con matar al minotauro. Los burgueses tuvieron que desarrollar un instinto especifico para percibir el espacio que les daba el tiempo necesario para trazar una trayectoria que tendrían que corregir al paso del siguiente carruaje.

La reforma de Haussmann, fue todo un proyecto cuyo fin fue generar el entramado de una ciudad que evitara la guerra de trincheras. La retícula de la ciudad se abrió, L’embellissement stratégique, con el fin de facilitar la disolución de posible revueltas futuras. La anchura de los bulevares, se creyó, dificultaría la construcción de barricadas y la rectitud de las calles, permitiría disparar un cañón de larga distancia contra los insurrectos. Sin embargo, durante la Comuna de París (1871), las barricadas se construyeron a lo largo de los bulevares, como asentamientos temporales de resistencia que cortocircuitaron el flujo de la vida burguesa. Si algo pudo paralizar el transido de velocidades, fue este levantamiento

Ahora, las vías de circulación rápida han cubierto y desbordado las metrópolis. Y además, estas partículas aceleradas que antes tomaban la forma de caballo y carro, ya han perdido una forma que les permita ser reconocidas. No estamos hablando únicamente de los cuerpos sólidos de los medios de transporte, sino de las millones de partículas de información que fluyen a nuestro alrededor en un movimiento browniano esta vez sí vertiginoso.

El ‘heroísmo’ de la vida posmoderna, entendiendo que en un mundo donde han caído los grandes relatos, la figura del héroe no es otra sino la del ‘superviviente’ que a duras penas, logra llegar al otro lado de la calle consiste ahora, en atravesar ese flujo de intensidades trazando a través de ellas una línea de fuga, de territorialización.

Al igual que los bulevares fueron construidos para evitar las barricadas, el intercambio de datos y la vigilancia extrema, también representan una forma de contención política. A veces, la mejor y más radical táctica es retirarse del área de simulacro, desaparecer.

Para sobrevivir en el bosque de lo artificial, es necesario desarrollar un instinto animal, una suerte de lógica de la sensación capaz de producir variaciones y trazar diferencias en el continuo de los estímulos, definiendo un territorio cinegético que vendría a sustituir al viejo tiempo narrativo de la subjetividad burguesa, o a la espectacular épica de las revoluciones fallidas.

Lo real es un repertorio, 2019, autopublicación

Imágenes de la exposición Imaginarios de síntesis, ¿de dónde son los nativos digitales?, La Laguna, 2019